El círculo de Thot



LA TRAGEDIA DE EDIPO REY

29/10/2016

¡Es imposible escapar a la designación de los dioses! Esta cosmogonía griega queda de manifiesto en la tragedia de Edipo Rey, una trama donde éste es víctima de las circunstancias y de un porvenir trazado con anterioridad por los dioses, -comunicado mediante el oráculo de Delfos-. Esta idea queda clara particularmente en dos momentos, cuando los padres de Edipo se enteran que su hijo iba a matar a su padre para casarse con su madre, tratando de evitarlo, y cuando el oráculo le dice lo mismo también a Edipo, y éste trata de escapar de su reino para impedir que suceda. Pero finalmente, los designios se cumplen. El hombre como víctima de su destino.

Un relato sobre la responsabilidad y obligación de hacerle frente a nuestros actos, pero también sobre la ética que cualquier gobernante debería de tener. Intrigante me resulta que 2000 años después de que las tragedias de Sófocles tomaran lugar en la antigua Grecia, su pensamiento no nos sea ajeno, y deje entre ver cómo la dignidad de los que gobiernan ha venido en detrimento desde entonces. Porque después de todo, hoy en día, ¿quién se sacaría los ojos para expirarse de sus actos?

Sabemos que el oráculo había vaticinado que el rey Layo moriría a manos de su hijo, y para evadir que esta funesta predicción se cumpliera, a los tres días de nacido, lo pusieron en manos de un sirviente fiel para que le atravesara los pies y lo abandonara en un bosque intransitado, pero éste no fue capaz de hacerlo y se lo dio a un compañero suyo, que era pastor de los reyes de Corinto (Polibio y Merote) quienes justamente vivían acongojados por no tener hijos.

Siendo ya adulto, un ebrio le diría en su festín que no era verdadero hijo de los que tenía como padres, él quedó tan preocupado que abandonó la ciudad secretamente para marchar a Delfos y consultar al oráculo, y aunque éste se negó a contestar sus preguntas, sí le vaticinó que mataría a su padre y se casaría con su madre.

Enloquecido huyó de Corinto y de sus proximidades y anduvo errante lejos de aquella tierra, para evitar el cumplimiento de las atrocidades profetizadas por el oráculo, pero un día cerca del camino de Delfos, estuvo a punto de ser atropellado por un hombre entrado en años, escoltado por un heraldo y dos servidores, por lo que viéndose agredido se defendió lleno de cólera matándolos con el bastón que llevaba, sólo escapó un sirviente, quien después contaría que habrían sido varios los asesinos con el fin de aminorar la vergüenza de la derrota.

Una de las características más importantes del héroe trágico es pasar de la dicha a la desgracia, o viceversa, y en la trama observamos cómo las acciones dramáticas se van hilando para que esto suceda.

Cuando avanza la historia, ya siendo Edipo un gobernante amado por su gente, y proclamado sabio y justo, el pueblo de Tebas es azotado cruelmente por una epidemia, los habitantes desesperados piden ayuda a su Rey Edipo y éste muy preocupado se entera por el oráculo que la epidemia es un castigo de los dioses que no cesará hasta que se encuentre al asesino del rey Layo.

El rey Edipo inicia entonces las investigaciones para encontrar al autor del crimen y busca al adivino, quien le revela la primera verdad: él es el asesino de Layo… Esto lleva a Edipo a culpar a Creonte de querer conspirar contra él, Creonte lo niega, Yocasta intercede para terminar la discusión y narra la forma en la que se asesinó a Layo.

Si Edipo no hubiese peleado con Creonte, Yocasta no habría tenido que contar cómo había sido asesinado Layo, por lo que Edipo ahora tiene la seguridad de que él lo mató, pero como quiere estar seguro, manda a llamar al sirviente de Layo, quien vio todo lo que aconteció, y mientras éste viene, llega un mensajero de Corinto a anunciar la muerte de Pólibo, todo parece entonces ser un malentendido, pero no, el mensajero le revela que Pólibo no era su padre.

Encontramos aquí la peripecia, la transformación de una acción en el sentido contrario, es decir, que lo que tiene una intención da como resultado lo opuesto, ya que cuando el mensajero llega a darle una buena noticia en el sentido de que al estar muerto Pólibo, Edipo puede volver a Corinto porque no matará a su padre, el resultado es que se entera de que no es hijo biológico de Pólibo, por lo que tiene que buscar su origen.

Yocasta entonces comprende que Edipo es su hijo y entra al palacio. Edipo recibe al sirviente de Layo junto con el mensajero y entre los dos revelan la verdad sobre su nacimiento. Aquí Edipo se da cuenta de que su verdadero padre era el Rey Layo por lo que su madre es Yocasta, la mujer con quien está casado, y además que sus hijos son hijos concebidos entre un hijo y su madre. Se encuentra aquí el máximo clímax de la historia.

Devastado entra al Palacio donde ve a Yocasta muerta, pues se ha quitado la vida a causa de la revelación de la verdad, y como culpable de su propio destino Edipo se quita los ojos, pide el perdón de Creonte y demanda su exilio. ¡Te amábamos, Edipo! Dice su pueblo mientras éste abandona Tebas.

¿Qué habría pasado si Edipo no se hubiera obsesionado por conocer la realidad?  Si hubiera hecho caso a Tiresias cuando le pidió que no le hiciera decir la verdad…  Seguramente se habrían podido evitar los acontecimientos patéticos –desde la visión de Aristóteles- en la trama, pero particularmente creo que al preferir Edipo saber a costa de todo evidencia el amor de los griegos por la verdad, que aunque destructora en algunos casos, será siempre liberadora y necesaria. Preferible quedar ciego y exiliado, que ser un rey engañado. Y es que después de todo, a manera de López Mateos, estudiar la naturaleza y escudriñar el universo, ha sido la pasión más constante del hombre, desde que el primero de ellos presintió que paras ser libre, había que saber… saber y libertad son inseparables.







ATENCIÓN: EMPLEO (fraudulento)
07-06-2011

¿Qué podía hacer en poco más de 3 meses de vacaciones? ¿Conocer otras culturas…? ¿Aprender mandarín…? ¿Escalar el Everest…? ¿Convertirme en trotamundos…?
Todas estas opciones estaban bien, pero cuando pensaba en que lo que necesitaba era dinero, la respuesta era sencilla: Trabajar.

Fue por eso que un buen día salí a la calle a buscar empleo, ya sabes, bien trajeado y con arto perfume… ahí estaba yo, en la misma banca donde te había contado mi día en la ciudad, llenando al por mayor solicitudes de empleo. Todo transcurría en completa calma, me estaba alistando para tocar la primera puerta -de las muchas que pensaba tocar aquel día para lograr quedarme con un puesto-, pero de pronto llagaron a mí 2 chicas y me dieron un volante:

-          Toma, nosotras trabajamos para Telmex, a las 10 habrá entrevistas, por si quieres ir.

El volante lo decía todo, a simple vista era un fraude, el titulo clásico de “¿Te urge empleo?” “Empresa líder por expansión” “Contratación inmediata”… además ¿Por qué Telmex estará contratado en otro lado? si ellos han de tener montones de  oficinas, pensé.

Lo primero que se me vino a la mente fue hacer bolita el volante y continuar llenando solicitudes de empleo, pero luego me salió el lado de periodista.

-          Ésta es una buena historia- me dije-, y una de mis obligaciones como comunicólogo es levantar la voz ante la injusticia, es hablar en nombre de los “sin voz”, es informar a la ciudadanía, etc., etc.

Así que llene una solicitud con datos falsos y me aventure hacia el dichoso empleo.

La dirección me condujo hasta uno de esos edificios viejos, aledaños al Centro Histórico.
-          Telmex… ¡cómo no!, me sonreí.

Pero mi porte, personalidad y vestimenta (jajajá) delataron mi inteligencia y ocultas intenciones, o fue eso o los “empleadores” tienen un sexto sentido fuera de lo común, pues al acercarme al “edificio de Telmex” de inmediato me obstruyeron la entrada.

-          Buenos días. Vengo por lo del empleo.
-          ¿Cuál empleo?
-          Me entregaron un volante con ésta dirección, mire.
-          No sabemos nada.
-          Pero ésta es la dirección, quiero que me hagan la entrevista.
-          No sabemos nada.
-          ¿No es aquí donde hacen entrevistas para Telmex?
-          Mejor no le andes buscando, ya te dijimos que no sabemos nada.
-          Es que yo quiero trabajar, enserio me urge, puedo trabajar de lo que sea, por favor déjeme pasar.
-          Ya te dijimos que no. (cerraron la puerta)

Y después de mi escena digna de un Óscar, me fui –inconforme- por la misión incumplida.

Sin embargo considero que esta experiencia puede servir para muchos que –como yo- salen a la calle en busca de trabajo. Hay que tener mucho cuidado de los estafadores que se aprovechan de la urgencia de empleo para explotar a las personas que –por necesidad- aceptan cualquier tipo de empleo (y cuando digo cualquier me refiero a cualquier).

Se necesita mantener una visión crítica ante cualquier propuesta laboral, más en las que te prometen el sol, la luna y las estrellas a cambio de “nada” y éstas las encuentras en volantes que tapizan la ciudad, en carteles e incluso en el periódico de mayor circulación.

El problema es grave, personalmente pienso que si hubiera empleadores verdaderos, empresas que ofrezcan trabajo a los miles de poblanos ninis, este tipo de empleadores patito dejarían de existir, pero mientras en el estado y en el país no se generen oportunidades reales de empleo, estos grupos seguirán operando y defraudando a quienes su único pecado será querer trabajar.

Aqui un reportaje de e-consulta que lo ejemplifica: http://www.youtube.com/watch?v=oYdPcWjHmRQ&feature=relmfu











Por mi culpa, por mi culpa, por mi grande culpa



Últimamente en Puebla, los jóvenes han sido presa fácil de la delincuencia, hace no mucho se escuchó la noticia de que a una muchacha le habían intentado cortar el dedo solo para robarle su celular, estos altercados se han originado principalmente afuera de las preparatorias y en algunas universidades, los casos han ido en aumento y la respuesta de las autoridades solo deja entrever su clara posición “pilatoica”; se lavan las manos.
El discurso por parte del gobierno y algunos comunicadores poblanos es que los jóvenes tienen la culpa de que los asalten, ¡¡¡por ostentosos!!! Y esto me recuerda al pensamiento retrograda y repulsivo de que si a una mujer la violan es por su culpa, ¡¡¡por provocadora!!! En fin, no se hacen responsables de la situación y se olvidan –creo yo- de una de sus principales obligaciones: brindar seguridad.
Incluso un locutor local saco cuentas en su noticiero matutino de todo el dinero que –el cree- llevaban los jóvenes en aparatos, “una lap, por muy sencillita son 3 mil pesos, el celular y el iPod mínimo otros 2 mil pesos, 5 mil pesos en un ratito” decía, comentarios que –pienso- pueden alentar aún más a los delincuentes a robar a los estudiantes.
Este modus operandi se ha ido replicando en el país, un ejemplo es el Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia, de ahora en adelante si matan a un periodista no será porque el estado no esté haciendo bien su trabajo de controlar la situación y brindar seguridad, sino que la culpa será del propio periodista, ¡¡¡Por meterse donde no le llaman!!!
Es cierto, los jóvenes no tienen que ir presumiendo por la calle todo lo que llevan, pero ésta no tiene por qué ser una justificación a la ineptitud de los que tienen la obligación de dar seguridad.







¡Cumples o te vas!
29-05-2011
Por: Víctor Galicia Montiel





Un amplio contingente de personas se dieron cita el día de hoy para manifestarse en contra del gobierno del Estado y exigirle cumpliera sus compromisos de campaña. La manifestación tenía como objetivo llegar hasta Casa Aguayo y pedir una audiencia con Rafael Moreno Valle, misma que dicen, no ha querido otorgar.

Por tal motivo unidades de transito cerraron la Av. Reforma esquina con 5 norte para impedir que la movilización llegara hasta el lugar, algo -en mi punto de vista- mal planeado, al menos desde el ámbito de la comunicación ya que querer callar a la ciudadanía o restringir el derecho de paso en una vialidad publica jamás será la idea más atinada, para muestra basta con recordar el trágico 2 de octubre. El grupo de inconformes formaban parte de la organización civil “Familia Unida para el Desarrollo Social“, que -hay que decirlo-, en su mayoría son mujeres de escaso recursos, sus demandas eran: Vivienda rural, piso digno, crédito a la mujer, la entrega del programa 70 y más y demás programas públicos, ya que apelaban, estaban mal repartidos pues solo fueron otorgados a personas que no lo necesitan.

¡Cumples o te vas!, ¡ya abrimos los ojos! (haciendo referencia a su eslogan de campaña), ¡si las cosas estuvieran bien, no habría necesidad de manifestarse! Decían los manifestantes al transitar por la Av. Reforma. Al llegar a la esquina de la 5 norte, ya aguardaban patrullas y policías. ¡Queremos pasar!, ¡paso libre!, eran sus reclamos, el clima se percibía tenso que hasta los locales aledaños se vieron en la necesidad de cerrar sus cortinas para evitar daños a los negocios. Después de 10 minutos y con una buena pero tardada estrategia, una señal invisible ordeno a los policías que se retiraran, la manifestación se unió al grito de ¡si se puede!, y llego hasta Casa Aguayo. Cabe aclarar que hasta ese momento las peticiones eran al ejecutivo del estado y no al presidente municipal, ya que fue hasta estar enfrente del palacio de gobierno cuando, -uno de los líderes- pronuncio el nombre del mismo. Todo transcurrió en calma.

Sin embargo, cabe hacerse un par de preguntas, ¿Por qué elegir justo el día en que el Presidente Municipal Eduardo Rivera cumple 100 días en el poder para manifestarse? Al menos a mí me llamaron la atención algunos asuntos, aunque si, la asociación civil era conformada por personas de escasos recursos, la lideraban -como comúnmente sucede-, personas con una amplia solvencia económica. ¿Acaso no habrá sido algo estrictamente estratégico?, está de más hablar de la ola de notas que hoy ridiculizan a Eduardo en la prensa local.

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