sábado, 23 de abril de 2011

En una tarde de primavera o crónica del 22 de Abril

Me arrastrabas al deseo de tu boca
bebimos el néctar glorioso del amor
nuestras caderas se mecían al compas de tus latidos
y el sudor bañaba tus pechos tersos como el rocío a las flores de mayo.

Me extasié en ti y abrase en un suspiro lo mas profundo de tu ser
me fundí en tu cuerpo y alcance la gracia de tu alma.
Socavaste con tus labios mi agonía
y recorrimos la senda de la pasión en una danza sin fin, por el planeta.

Al entrar en ti, al ser tu, descubrí la magia que te envuelve…
penetre las barreras intangibles para adentrarme en un nuevo espacio, húmedo… estrecho
donde busco entrar y salir y volver, volver a nacer.

Escale el monte de Venus y lo poseí
conquiste su sima y lo bendije, con un beso ardiente, mojado, voraz…
Bautizaste el amor con tu amor
bautizaste mi cuerpo con el agua bendita del éxtasis
derramaste en mi tu gracia
y extinguiste las llamas que nos calcinaban, para después
¡Iniciar otra vez!