lunes, 4 de abril de 2011

DISCURSO 1. El uso de la Comunicación estratégica en políticas anti-corrupción.

Respetable jurado, catedráticos, colegas amantes de la palabra, auditorio en general, agradezco la oportunidad de presentarme en esta palestra para discernir el tema:

El uso de la Comunicación estratégica
En políticas anti-corrupción.

Esta estrategia de comunicación “para el cambio social” está orientada a que las personas piensen la corrupción como un problema colectivo y colaboren así en su erradicación.

Para esto, -bien nos dice el teórico “ Rafael Alberto Pérez”- debemos basarnos en 4 premisas:


1.- Estamos ante una cuestión de voluntad política.


En política, existe un componente dinámico y estratégico que ha quedado fuera de muchas definiciones, pero que es altamente relevante para mi discurso: el político es un gestor del cambio social.

La política es el arte de cambiar a la sociedad, haciéndola pasar de un estado menos satisfactorio a otro más deseado.

Esto exige, obligadamente,  utilizar una mezcla de estrategias en las cuales, la comunicación tiene cada vez un mayor peso y juega un papel más importante.


2.-La visión de la corrupción como un hecho cultural


Por cultura debemos entender los valores compartidos de una sociedad.

Cuando percibimos la corrupción como un hecho cultural el problema no es que alguien se corrompa sino que los demás pensarían que sería un tonto si no lo hace.

En términos estratégicos estamos ante la manifestación del clásico “dilema del viajero gratis” de Poundstone.

En todos los sistemas de transporte, siempre hay personas que consiguen viajar sin pagar. Como consecuencia, el resto de los viajeros también desearan beneficiarse de esa forma “gratuita” de viajar. Pero si un día la mayoría de los viajeros no paga, la compañía del metro acabará quebrando, y al final nadie podrá viajar.

Lo mismo pasa con la corrupción: lo que comienza siendo un beneficio para unos pocos termina siendo una conducta generalizada y un desastre para el conjunto de la sociedad.

Concebir la corrupción como una subcultura y no sólo como una mera forma delictiva es el primer paso para su erradicación social.


3.- Comunicación para el cambio cultural


Cuando un problema se define como cultural la estrategia que adoptemos para su resolución necesariamente ha de conferir un papel predominante a la comunicación. No se puede obtener consensos sin comunicación, pues ésta es la única actividad que permite configurar culturas.

Como lo dijo Luhmann “Los sistemas sociales siempre se forman a través de la comunicación”.

Esta forma de interacción comunicativa representa un poder que podemos ejercer para cambiar nuestro entorno. Un poder que debemos administrar con criterios estratégicos para alcanzar nuestras metas en sociedad y también, para hacer una sociedad mejor.



4.-Para lograr cambios efectivos tenemos que aplicar estrategias de comunicación
Para obtener aceptación y conseguir cambios sociales efectivos hay que integrar a la comunicación en la mezcla estratégica de política anticorrupción.

La filosofía tendrá que ser entonces: comunicación para el cambio social, que es justamente el eje central de este certamen, y que es una forma muy concreta de hacer comunicación que surge de la evolución de su metodología, aplicada a las causas sociales y al desarrollo.

Debemos ser conscientes del poder de la comunicación para impulsar el cambio social y administrarlo estratégicamente para lograr una administración pública más eficaz.

La comunicación es el motor del cambio social y cultural.
¡He dicho!

Gracias.


J. Víctor Galicia Montiel
Comunicación Interna de la
Facultad de Ciencias de la Comunicación de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

No hay comentarios:

Publicar un comentario