martes, 5 de marzo de 2013

Paulo Freire; educar desde la comunicación


“El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas” Paulo Freire

En el primer capítulo del libro “La educación desde la comunicación” de Jesús Martín-Barbero se pone especial énfasis a los postulados de Paulo Freire, gran pedagogo brasileño que se encargó de repensar la educación y mediante su obra más notable “Pedagogía del oprimido” sentó las bases de la educación libertaria cuyo principal postulado es que el hombre solo puede ser libre mediante la educación. Al inicio del capítulo deja claro que no es lo mismo comunicación que medios, ni educación que sus técnicas, además de asegurar que la 1ra aportación innovadora de la comunicación se hizo desde la educación

Más adelante Freire hablará de la importancia que tiene el silencio en el proceso comunicativo, ya que gracias a este es posible escuchar al que habla y darle el sentido de persona, no de objeto, y de esta forma lograr una comunicación verdadera, por ejemplo, en un aula universitaria donde los alumnos no guardan silencio no podrán comprender el significado de lo que está hablando el profesor y a la inversa, si es el profesor es el que no guarda silencio y continúa su dialogo no podrá escuchar las preguntas o inquietudes de sus pupilos. No habrá comunicación. En este aspecto el papel del educador no es transferir conocimiento sino crear un ambiente propicio para su propia construcción.

En el mismo tenor Freire hablará también de la Cultura de silencio, la cual asegura, en América Latina la tenemos desde la conquista, traducida al ámbito universitario implicaría no preguntar al profesor, guardar silencio, no cuestionarle… el maestro es el señor feudal del conocimiento, aprendemos a callar por “respeto”, la voz del público o de los estudiantes no hace más que reforzar la dominación, solo se habla para darle la razón al maestro, los alumnos no cuestionan ni proponen, la escuela se convierte entonces en el lugar de control más sutil de la palabra, fabricando el hombre serie, no para que piense sino para que obedezca… la escuela es una máquina para repetir y mantener el sistema. El estudiante es entonces un analfabeto, ya que está impedido de decir su palabra y la alfabetización menciona Freire, devuelve a los hombres el derecho de expresarse .

Además del silencio, el lenguaje también tiene un papel importante en el acto comunicativo, ya que permite o impide al individuo entrar a un grupo social, esto es de vital importancia en el aula ya que depende el argot que utilice el profesor brindará o no las facilidades para que el alumno se integre a la clase y participe, las palabras determinarán en que grupo social entra la persona, hablar no solo es utilizar palabras, es poner un mundo en común.



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