miércoles, 20 de julio de 2016

Discursos robados


En comunicación política el mensaje diferente es el que conecta, el que cautiva, el que logra persuadir al gran público, algo que no sabe el equipo de Melania Knauss.
Sucedió en la Convención Nacional Republicana de Cleveland, donde la esposa del ya candidato republicano a la casa blanca Donald Trump, pronunció varias frases extremadamente parecidas a las que dijera Michelle Obama en 2008, cuando su esposo fue electo candidato del Partido Demócrata por primera vez.
Las comparaciones ya han inundado internet minando la imagen –aún más- no sólo de la exmodelo eslovena, sino del mismo Trump. ¿Cómo se explica que en un evento de tal envergadura no se cuidara hasta el mínimo detalle de los mensajes que se comunicarían? Una razón que da respuesta a lo ocurrido es posicionar a la esposa de Trump atrayendo a los reflectores, en una estrategia de marketing que pareció funcionar. Dejó ya el anonimato.
Más allá del plagio, que debería tener repercusiones legales, o moralizar sobre la posible estrategia mercadológica, lo que me ocupa es hondar en el panorama actual de la oratoria política, donde quien se dedica profesionalmente a escribir discursos recurre a refritos para entregar a su cliente emociones ajenas.
Si bien es cierto lo ideal sería que aquellos que se dedican a la vida pública escribieran sus propios discursos, lo que ocurre muchas veces es que ese trabajo se realiza por pedido, algo delicado porque después de todo ¿cómo lograr convencer no sólo con palabras, sino con ideas ajenas?
Con la noticia de un posible plagio robándose la atención del segundo día de sesiones, el director de la campaña del magnate inmobiliario, Paul Manafort, brindó una conferencia de prensa ayer por la mañana y recorrió varios programas de televisión para intentar darle un cierre al tema, declarando que lo que Melania hizo fue "usar palabras comunes". También Jason Miller uno de los asesores de comunicación de la campaña de Donald envió un comunicado a la prensa diciendo: "Al escribir su bonito discurso, el equipo de escritores de Melania tomó notas de las inspiraciones de su vida y en algunas instancias incluyó fragmentos que reflejaban su propia manera de pensar”.
Me perece que lo ocurrido en la nación vecina bien podría ser lección para la clase política mexicana y sus equipos de comunicación. Escribir discursos no debería ser caer en lugares comunes o reciclar mensajes de personajes ilustres. Para escribirle a alguien más es preciso conocerle a fondo, saber cómo piensa, qué palabras usa, hacer un traje a la medida.
Los discursos en la política cumplen un papel fundamental no sólo en la obtención de votos, sino en la percepción sobre quienes se dedican a ella. Atribuimos características a la gente como liderazgo, inteligencia, capacidad,  o  incompetencia, sólo por cómo habla, sin conocerle…. por eso son tan importantes las palabras.

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