lunes, 23 de mayo de 2011

Reportaje especial: Brecha digital; el caso de Eloxochitlán Pue.




El 21 de octubre de 2009, Puebla recibió el premio "Ciudad Digital" que otorga la Red Iberoamericana de Ciudades Digitales perteneciente a la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (AHCIET), esto debido al uso estratégico de las tecnologías de información y comunicación para reducir la brecha digital, incrementar la eficiencia gubernamental, la interacción con los habitantes y el desarrollo socioeconómico del municipio. A dos años de distancia cabe la pregunta ¿Es la misma historia la que cuentan los demás municipios del Estado?


Durante el 2009 las iniciativas de la Alcaldesa Blanca Alcalá Ruíz a través de la Secretaria de Administración de las Tecnologías de la Información permitieron a  Puebla ser considerada "Ciudad Digital" gracias a la interrelación generada entre los diversos actores de la sociedad a través de las TIC, el impulso a los esquemas de participación ciudadana y la inclusión económica y social. Sin embargo datos del INEGI 2010 revelan que Puebla sufre aún un gran rezago educativo y por ende digital al indicar que el grado promedio de escolaridad en todo el estado es solo de segundo de secundaria.


Remontémonos a los inicios y recordemos que, como idea, "La Red" nació para usos militares, después fue aprovechada en innovación de ciencia y tecnológica por distintas universidades de los Estados Unidos subsidiadas por el estado y posteriormente también por algunas empresas. No fue sino hasta julio de 1999 cuando el reporte de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Humano incluyó el acceso a la Internet entre los indicadores de bienestar en la sociedad contemporánea, suceso llevado a cabo, en gran medida, a la globalización.


No obstante, debemos estar conscientes de que una red verdaderamente global, sería más equilibrada en cuanto a la relación de los lenguajes, a las culturas, a las formas de entender el mundo y especialmente otorgaría un acceso al internet más distributivo. Esta no es la realidad, pues la red de redes se aposenta sobre una lengua:  el inglés,  un pensamiento y una ontología: la de compra y venta.  Representa, es cierto, un avance sin precedentes, conocimiento ilimitado que, desgraciadamente, no todos pueden pagar.


Fue por eso que decidí conversar con ellos, los olvidados, los que viven excluidos de los avances tecnológicos y pueden prescindir de Facebook o Twitter en sus interacciones cotidianas. Me traslade a un pueblo "Entre las flores de Elote": Eloxochitlán. Se localiza en la parte sureste del estado de Puebla, tiene un índice de marginación de 2.260 por lo que ocupa el 2 lugar de los municipios con mayor atraso del estado. Pertenece a la región socioeconómica número 7 con cabecera en Tehuacán, su superficie de 109.71 kilómetros me lloran su pobreza… su rezago.


Teodora es una joven de 20 años, se siente defraudada por la vida, tiene que ayudar en casa a las labores domésticas, nunca fue a la escuela. Sabe nada de computadoras.

"Pues la verdad es de que no nos podemos dar el lujo de ir a la escuela porque ese dinero que pagaría mi papá mejor puede servir para comer, antes si tenía la ilusión de prepararme y de ser alguien en la vida pero como esta acá la situación prefiero ayudarle a mi mamá con mis hermanos y a hacer el quehacer". Esa es mi obligación –me dice resignada-.


"La brecha digital es una expresión de las brechas sociales."


Teodora me confiesa –apenada- que jamás ha tocado una computadora, pero lo considera normal porque ninguno de los que conoce lo ha hecho, le pregunto si algún día le gustaría ir a la escuela y saber usarla… y el silencio la arremete, como un mecanismo de defensa, como un soplo de coraje que prefiere ocultar. Evidencia la esperanza perdida.


En 2005 el INEGI reporto que sólo el 20% de las casas cuentan con computadora, ubicadas desde luego en la zona urbana, y que únicamente el 10% de la población tiene acceso a una computadora con Internet. En el mismo estudio realizado en 2010 se revelo que, de los hogares con computadora, 32% no cuentan con conexión a Internet; de éstos, 54% registró la falta de recursos económicos como la principal limitante, una quinta parte manifestó no necesitarla. 


Me topé con Juan de 17 años, perteneciente a una familia que en Eloxochitlán pude categorizarse de clase media, entre otras cosas porque tuvo la grandiosa oportunidad de terminar su educación básica.

¿Tienes computadora?

No, antes si tenía una, aunque estaba algo vieja la ocupaba para algunas cosas pero, mi papa la decidió vender porque dice que a mí ni me sirve, que esas cosas solo son para ricos y además que yo ya no necesitaba estudiar sino ponerme a trabajar para traer dinero a la casa.

¿Qué conocimientos de informática tienes?

Pues cosas como escribir en la computadora, ver fotos… videos o jugar.

¿Aprendiste a usar el internet?

No. (Responde tajante.).



La brecha digital es producto de las brechas sociales, producidas por las desigualdades económicas, políticas, sociales, culturales, de género, generacionales, geográficas, etc.





Solidaridad digital


En el año 2000 en Okinawa y con el propósito de integrar esfuerzos internacionales para encontrar maneras efectivas de reducir la brecha digital se creó la "Dot Force" donde se afirmó:


"Renovamos nuestro compromiso con el principio de inclusión: todo el mundo, donde sea que se encuentre, debe tener la posibilidad de participar; nadie debe quedar excluido de los beneficios de la sociedad de la información."


Más adelante, en la Cumbre de la Sociedad de la Información realizada Ginebra 2003, el tema de convocatoria fue precisamente la reducción de la brecha digital. En esta Cumbre se propuso como estrategia, la solidaridad digital de los países ricos con los países en desarrollo.


"Reconociendo que el ambicioso objetivo de la presente Declaración -colmar la brecha digital y garantizar un desarrollo armonioso, justo y equitativo para todos- hacemos un llamamiento a la solidaridad digital, en los planos nacional e internacional."





Cifras alarmantes


Según cifras del Censo Poblacional del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática 2010, en 30 de los 217 municipios de Puebla los estudiantes tienen un grado promedio de escolaridad de cuarto año de primaria; en cinco demarcaciones los alumnos culminan su secundaria y raramente ingresan a preparatoria.


Después me cruce con Fidencio, campesino de 45 años. Viene del campo, ha trabajado ahí toda su vida, de su niñez recuerda las cascaritas con sus amigos, sus ansias de crecer, sus sueños que se desvanecieron. Jamás fue a la escuela pero conoce gente que sí y dice tenerles envidia de la buena. Me invita a su casa y mientras su esposa nos calienta la sopa hablamos de computadoras.




"No pues la situación está canija, na’más date cuenta, aquí no se ve nada de eso de las computadoras porque no tenemos tiempo para eso, hay que chambear… además, aunque tuviéramos tiempo ¿con que ojos las compramos? Si apenas y nos alcanza para comer"

¿Cree que es importante saber usar la tecnología?

Pues jamás me ha hecho falta, - después acepta que estaría bien saber cómo se usan "esos aparatos" pero me reitera: he vivido toda mi vida sin ellos. Conozco personas que saben de eso y de repente me entran ganas de aprender pero ya llego cansado y lo único que quiero es dormir, así es la mayoría de la gente por aquí, de nada nos sirve conocer de esas cosas. Su mirada lo delata, lo contradice crudamente.


Nueva perspectiva.

En el mundo entero se habla de la brecha digital como si solo existiera una y como si tuviera las mismas características en cualquier tiempo o espacio social.

El problema de hablar de la brecha como una sola es que, entonces, se buscan soluciones únicas y generalizables. Se tropicalizan estrategias que pudieron ser funcionales en otros países pero que no concuerdan con la situación social de México, de ahí su fracaso.


En realidad se debería de hablar de las brechas digitales, dadas por la condición de género, edad, cultura, localización geográfica o socioeconómica y por las combinaciones entre estos factores. ¿Algún día se podrá acortar la brecha digital, que tanto excluye y discrimina a los que menos tienen?


Al abandonar Eloxochitlán, algunos habitantes me detienen, me dan un recado: Dile que nos ayude, que no se olvide de nosotros, que si tiene palabra cumpla lo que nos prometió, que no vaya a ser como el otro. Las palabras van dirigidas al actual gobernador, quien inicio su campaña política justo en éste lugar y al que  han visto muy poco desde entonces. Sirva la presente para hacer llegar el mensaje.

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